Sonia Bejarano en el Cross de Atapuerca 2015
Atapuerca se sitúa en el calendario como uno de los mejores de la temporada invernal pues acuden todas las atletas especialistas en la disciplina, además, es uno de los crosses clasificatorios para el Campeonato de Europa de cross, lo que supone que hay una motivación especial para hacerlo bien y es un reclamo para las atletas que quieran exprimir sus posibilidades de acudir. Por todo ello, es un cross duro, en cuanto a rivalidad y competitividad.
Aparece además como el primer cross del año lo que significa que el comienzo en la competición se hace sin calentamiento previo, sin simulacros o pruebas anteriores que te den información sobre la comparativa de tu estado de forma frente a rivales.
De este modo, con mucha incertidumbre tomé parte en esta prueba y sobre todo con mucho respeto. En comparación con otros años, incluso sentía que no me apetecía del todo estar de nuevo en competición, pues supone exprimirte para lo cual hay que estar predispuesto y “cambiar el chip de modo off a on”. Con un entrenamiento poco específico para competición sentía que aún me faltaban semanas para luchar con mis compañeras así que mi estrategia era clara, exprimir al máximo mi experiencia y mi gestión de recursos, cosa que sé hacer perfectamente en estado de “emergencia”.
4 vueltas de 2km y las 30 mejores crossistas españolas.
Podía quedar en cualquier posición pues en estos niveles la diferencia es mínima y en cada cross las posiciones varían ya que las características de adaptación de cada una al terreno varían según perfiles y piso. En este caso, también considero defenderme bien en cualquier circuito a pesar de tener mis preferencias.
Nada más escuchar el disparo de salida, arranco con seguridad hasta una posición delantera en el grupo. Al tomar la primera curva veo que 2 africanas y la española Gebre se escapan y pienso en ir con ellas pero me obligo a quedarme con el grupo como había establecido en mi estrategia. Los primeros metros transcurren en grupo compacto. A veces, parones, a veces arrancadas fruto de los cambios de ritmo producidos al tomar curvas o pelear por tu espacio.
Gestiono cada vuelta: durante la primera, debo ser sincera y pienso en la medida fácil, no sufrir, pero no he venido para eso y tarde o temprano debo arrancar la temporada y darle una vuelta de tuerca a la preparación, es decir exigirme más.
Pasadas 2 vueltas algunas componentes se caen del grupo acusando el paso de los kilómetros y el correr se vuelve más fluido al tener más espacio. Hay todavía muchos “huesos” por delante. Yo sigo con mi ritmo, bien situada siempre entre las 15 primeras y sigo adelantando puestos según transcurre la prueba. Nombres importantes están aún por delante como Iris y Zulema Fuentes Pila y Estela Navascues y otros por detrás como Paula Berodia o Diana Martín.
Es importante luchar cada metro y escuchar tus sensaciones pues en cualquier momento puede producirse el cambio definitivo.
Así ocurrió al comenzar la última de las vueltas del recorrido. Lidia Rodriguez, Marta Silvestre, Elena Grimau y Alessandra Aguilar se escapan unos metros quedando por detrás otro nutrido grupo con unidades importante como Diana Martín, Zulema Fuentes Pila, Elena Espeso y yo, que no pudimos dar alcance a este grupo cabecero jugándose así los puestos delanteros en un sprint final tras 8km de vigilancia y control.
Por detrás Diana Martín disputaba el 7ª puesto de las españolas con Zulema, dando casi alcance a la 6ª clasificada, Nuria Lugueros. Yo entraba 2” por detrás en 12ª posición de la general y 9ª de las españolas lo que supone una buena carrera según mis condiciones actuales.
Os dejo estos enlaces con toda la información deportiva y visual de la prueba:
- Clasificación femenina del Cross de Atapuerca 2015
- Datos de mi carrera en Strava
- Retransmisión del Cross de Atapuerca en Teledeporte
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